"El Saco de Manuel"

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Qué más da dónde lo dejes. Es tuyo y toda la purpúrea gente que por ahí pasa sabe que es donde duermes, pues no hay más. Ahora te he encontrado en la fuente, lavándote los sobacos, como puedes los pies, quitando esos raídos calcetines y buscando entre tu bolsa una camisa nueva. Hoy quieres ir guapo, me dices. Que es domingo, joder, y se ha de ir guapo. Criado como yo en la cultura judeo-católica, no es de extrañar que tengas tamañas inquietudes, aunque te diferencia de muchos que sepas en qué día vives, qué día representa, qué fecha es.

Quieres un hogar y me lo suplicas. Yo no lo tengo pero entre todos te lo conseguiremos. Sabes de mecánica y has sido operario. No es gran cosa, me comentas, pero para mí el simple hecho de que quieras salir de esta situación trabajando me excita intelectualmente. Tu carro espera en la calle en busca de chatarra y lo que encuentres. Sobre todo hallarás personas que con sus miradas se apenan, apiadan, o directamente desprecian. No haces caso. Sigues a lo tuyo. Por la noche, tu saco te espera. El frío, también. La esperanza, que nunca pierdes, te acechará de nuevo. Este artículo ha sido escrito por Daniel Marin, un emprendedor sin techo y su talento es el foto-periodismo. Nota desde la asociación Emprendedores Sin Techo. Puedes realizar una donación para ayudarle a traves de la cuenta bancaria de la asociación Emprendedores Sin Techo con el concepto #Cobijos: IBAN No ES78 0081-1699-53-0001058408